Las últimas investigaciones realizadas muestran que en España, para el año 2050, las personas mayores de 65 años representarán más de 30% del total de la población, ya que en menos de 30 años se ha duplicado el número de personas mayores debido, entre otros factores, a la mejora de la calidad de vida, el incremento de la esperanza de vida y la baja tasa de natalidad.
Para dar respuesta a esta tendencia global, en 2002, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Política y el Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento. La acción hace hincapié en tres aspectos fundamentales para su desarrollo que siguen vigentes día de hoy: las personas mayores y su desarrollo; el fomento de la salud y bienestar en la vejez, y la creación de un entorno propicio y favorable para las personas mayores.
El Plan señala cuestiones como promover la salud y el bienestar durante toda la vida; garantizar el acceso universal y equitativo a los servicios de asistencia sanitaria; prestar los servicios adecuados para las personas mayores con VIH o SIDA; capacitar a los prestadores de cuidados y profesionales de la salud; atender las necesidades de salud mental de las personas mayores; prestar los servicios adecuados a las personas mayores con discapacidad (un tema tratado en la orientación prioritaria relativa a la salud); proporcionar atención y apoyo a los cuidadores; y prevenir la negligencia, la violencia y el maltrato contra las personas mayores.(¹)
Además de un acelerado crecimiento del envejecimiento de la población, hay otros problemas emergentes que están sacudiendo a nuestra sociedad: la obesidad. Nuevos estudios muestran que para el 2045, si la tendencia actual se mantiene, la obesidad subirá a un 22%, en comparación con los cálculos de la Organización Mundial de Salud (OMS) en 2016, que era alrededor del 13%. Esto se traducirá en un aumento de los casos de diabetes, enfermedades cardiovasculares y algunos cánceres, y en un incremento significativo del coste para los sistemas de salud. Otros de los datos alarmantes para la salud mundial es el aumento significativo de la obesidad infantil, que ha pasado de 11 a 124 millones de niños y niñas entre 1975 y 2016, según un estudio presentado por la OMS. Como señala la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO): “la obesidad infantil es uno de los mayores desafíos de la salud en el siglo XXI.”
Aunque en España las cifras sobre la obesidad infantil han ido aumentando en los últimos años, las políticas dirigidas a los niños en los colegios (desayunos saludables y promoción de la actividad física) han conseguido estancar la extinción de este fenómeno.
En cuanto al estilo de vida, los datos aportados por la OMS indican que España es el tercer país del mundo con mayor esperanza de vida, tras Singapur y Japón. Según la encuesta de Expat Explorer HSBC (²), España se sitúa como noveno mejor país de Europa para expatriarse y el puesto 17 en el mundo. A pesar de la incertidumbre económica que el país sufrió en los últimos años, sigue siendo catalogada como uno de los mejores países del mundo para vivir, por el estilo de vida muy saludable y por su excelente clima.
La calidad del sector alimenticio, ha situado a España en la lista de los países con mejor hábito alimenticio saludable, sólo si mencionamos el hecho que España es el primer país productor mundial de aceite de oliva, elemento clave en la denominada “dieta mediterránea”, con una producción que alcanzó las 1.104.875 toneladas.
Los medios de comunicación y las TICs ante la promoción de la salud
Vemos todos los días en los medios de comunicación la frase: “hay que comer bien”. Incluso Google está saturado diariamente de miles de búsquedas sobre la alimentación saludable, comida sana, dietas, estilo de vida, o cualquier frase relacionada con la mejora del estilo de vida. Todo ello, pone de manifiesto una preocupación latente sobre nuestra forma de vivir, nuestra alimentación y, en definitiva, nuestra salud, y más teniendo en cuenta el cambio generacional, los efectos de la globalización, los cambios climáticos y la biodiversidad en la que se encuentra la sociedad actual.
De hecho, los últimos datos del Observatorio Nacional de Telecomunicaciones y la Seguridad de la Información, muestran la monopolización de Google en todos los sectores, indicando que más de 60% de los usuarios de Internet utilizan el buscador para realizar consultas de salud frente a solo 38% que lo utilizaban para tal fin en 2011.
¿Pero qué papel tienen los factores digitales en este tema?
La nueva era de la revolución digital, alcanza también al sector alimentario. Según comentan especialistas, el incremento de la población necesitará aumentar la producción de alimentos, los gustos cambiarán y la dieta también se transformará. Al reto de asegurar el equilibrio entre el abastecimiento de la población y la reducción de los efectos adversos producidos por este, responden las tecnologías emergentes con iniciativas como el cultivo transgénico, de tal manera que los avances en genética están ya capacitados para conseguir y diseñar una alimentación en función de nuestro material genético.
¿Sin embargo, ¿qué hace que España sea uno de los países con mejores resultados de bienestar general?
A pesar de las tendencias expuestas por la OMS sobre el envejecimiento de la población y la problemática de la obesidad, el estilo de vida mediterráneo, los factores climáticos, el estado de la salud, la calidad medioambiental, el componente social y las políticas dirigidas a mejorar la calidad de vida, posicionan al país entre los mejores para vivir.
El bienestar humano es fundamental para asegurar unos indicadores altos de la esperanza de vida, minimizar los factores de riesgo de las enfermedades, así como también promover una cultura responsable para concienciar a la población de los riesgos medioambientales(³).
En general, los españoles tienen acceso a mucha información relacionada con la alimentación saludable. Hay estudios que muestran que más del 80% intentan incorporar a su vida una dieta más saludable y la mayoría de los datos muestran una real preocupación para llevar una alimentación sana. Aun así, el sedentarismo sigue siendo un factor de elevado riesgo para la salud y más en España, que se sitúa entre los países con mayor sedentarismo entre la población adulta, lo que está generando un incremento en el gasto sanitario debido a las complicaciones que genera y se sitúa ya en el 10%.
(¹) Informe de la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento de la Organizaciones Naciones Unidas, última modificación realizada en 2015.
(²) https://www.expatexplorer.hsbc.com/survey/
(³) Actualmente, 1/3 de la comida que producimos se pierde o desperdicia. El coste global del desperdicio de alimentos es de ≈$2.6 billones, incluyendo 700 mil millones de costes ambientales y 900 mil millones de costes sociales. – Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
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